jueves, 20 de enero de 2011


Si vamos a ser sinceros, hay muchas cosas que no sé el porqué pasan.
De hecho me encanta analizar situaciones y reacciones o formas de ser de la gente.
Algunas conclusiones puedo sacar de algunas situaciones, pero todo en su debido contexto, porque no todo se aplica a múltiples situaciones y/o pensamientos.
Lo primero y más extraño, es que a veces creo que la propia vida, lo que nosotros llamamos, vida, que es que estemos vivos y sigamos respirando, tiene vida propia.
Es algo así como cuando explicamos la fé, no se vé, no se toca, no es concreto, es totalmente abstracto pero no hay alguien que pueda realmente explicar eso.
Pero lo que sí se puede, es ir a algo más convincente. Por ejemplo cuando uno habla de su propio subconsciente, no está hablando de algo que sea material, ni que se pueda encontrar en nuestro interior, está hablando de algo que sucede, en algún momento, y que no tiene una razón conciente, va más allá de eso, igual que la vida. En fín, lo único que me atrevo a decir, es como "la vida" sabe y no sabe un montón de acontecimientos así como la vida tampoco no tiene de idea de cuán grande es lo que siento por vos, ni nada, ni nadie; y hasta creo que ni yo misma lo descrubrí del todo.
Porque con el paso del tiempo te convertiste en algo como en una divina abstracción, en alguien que está siempre pero que a la véz no. Y aún así, puedo decir (porque de verdad lo siento), es que te amo de una manera única, sobrenatural (sí gente, raya en lo absurdo), y no se puede explicar. Vos sos mi maldita y sanadora pildora, una droga que jamás podría dejar, y si por alguna razón lo haría, yo podría llegar a consumirme. Sin vos no soy nada, porque vos sos todo lo que soy. Sí, soy yo misma gracias a vos.
Te amo más que a nada, ni nadie.

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